Qué sería de una aeromoza sin comunicación II
Sé que he dejado de protagonizarme por esta ventana, así que hoy les escribo desde mi razón porque el foco de esta marca es buscar un bienestar humano para llegar a ser una mejor sociedad desde mi pequeña gran esquina. Las mejores sociedades no vienen de una buena gestión política, vienen por mejores seres humanos que se convierten en ciudadanos.
Para mí la comunicación ha sido la base de mi transformación, y no lo digo como un sujeto expreso sino en sentido holístico. Durante muchos años guardé secretos que yo los llamo “el pus de la herida” (aunque suene muy brusco) y me comencé a liberar, a mí y a los míos, cuando me di cuenta que las repeticiones familiares, nada sanas, se iban a cortar cuando yo comenzara a hablar. Y así fue, hablé y me liberé.
Aunque perdí mi equilibrio o lo que yo creía que era mi equilibrio, luego vino algo mucho mejor, que me ha costado construir: nuevas creencias que se han convertido en mi cultura, llegando a ser una ciudadana más cuidadosa para mi comunidad y el mundo.
Nuestra historia como humanidad tiene demasiado “pus en la herida”, aun cuando la era de la tecnología nos hace tener la información día tras día al frente; siguen existiendo cosas que destapar, heridas que hay que curar y relaciones por sanar. El tabú sigue liderando nuestra vida cada que vez que callamos lo que nos da miedo sanar.
Comunicarnos es la base de cualquier relación, la relación contigo, con tu gente, con tu país, con tu continente, con la Tierra.
Si hay una gran cualidad que aprendí de los argentinos fue expresar mi disgusto en momento presente y no dejarlo para después; después es demasiado tarde. Pero me tocó a mí limar asperezas para decir mis diferencias con inteligencia.
Mi país, tu país y el mundo necesita de personas que sepamos tolerar las diferencias, de hecho, necesitamos amar lo diferente o por lo menos respetarlo.
Yo no comunico para que pienses como yo, sino para que te preguntes qué necesitas sacar (el pus de la herida) para ser una mejor persona para ti y para tu país. Nuestra madre Tierra requiere de más personas con espíritu sagitariano, que digan muchas verdades (desde sus ojos) para poder encontrar libertades.
Mucho viento en contra,
Alejandra Castillo