Hagamos cultura la aceptación de todas nuestras emociones.
Aveces no entendemos muchas cosas que nos pasan en la vida y deseamos desesperadamente tener las respuestas, es allí el mejor momento para conectar con tu ser superior. Pero antes de ello debes saber unos puntos muy importantes que te ayudarán a adentrarte en este mundo de la espiritualidad.
Los seres humanos que trabajamos nuestra espiritualidad también tenemos episodios de tristeza, la clave está en saber manejarla hasta que te recuperes de nuevo.
Es natural que sintamos furia porque forma parte de nuestra ser compuesto, de hecho, es a través de las molestias que aprendemos a expresar el tan temido no. La clave es decirlo con inteligencia y armonía.
Ser espirituales te enseña a sobrellevar eso que te incomoda, que te disgusta, y es entonces cuando comienzas a cuestionarte: qué te hace feliz, qué no, cuáles son las situaciones que debes aceptar porque no está en tus manos cambiarlas y cuáles sí puedes.
También sentimos miedo, queremos una palabra de aliento y abrazo de nuestros seres queridos, pero lo más importante es creer en ti y en todo el amor que tienes para dar. Solo el amor puede vencer los miedos; es en este punto cuando la meditación, los libros y los espacios naturales te pueden ayudar a volver a ti.
Y por último pero no menos importante, la alegría. Aunque a veces la alegría nos haga prometer cosas que no vamos a cumplir, es la emoción que más nos gusta sentir, pero también debemos saber manejarla para que todas nuestras cosechas sean avance y no retraso ni estancamiento.
Los seres que conectamos con nuestra espiritualidad somos igual de terrenales, pero con el cofre de la vida en las manos. De hecho, todas estas emociones son el cable a tierra para darnos cuenta que estamos vivos.
Mucho viento en contra,
Alejandra Castillo.